23/3/12

A 133 años de una guerra injusta

Bolivia ratifica hoy nuevamente su derecho a acceder en forma soberana al Pacífico tras sufrir un cercenamiento de su territorio y de sus costas, hace 133 años, como consecuencia de una guerra injusta en la que soportó la invasión de tropas chilenas.

Bolivia nació con una extensa costa marítima de más de 400 kilómetros, por lo que no tienen sustento los argumentos esgrimidos por los invasores, que justifican que el despojo que propiciaron fue algo “justo”.

La agresión contra Bolivia se produjo en 1879 tras el intempestivo ingreso de tropas chilenas para apoderarse de los territorios costeros de nuestro país ubicados en Tocopilla, Antofagasta, Cobija y otras poblaciones que se extendían en unos 158.000 kilómetros cuadrados.

Decir que Bolivia nunca tuvo mar es una herejía difícil de comprobar porque existen documentos de la etapa precolombina y de la propia Colonia que ratifican la posesión boliviana de extensiones territoriales con acceso al mar.

De acuerdo con un informe de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar) basado en estudios históricos, Chile ha reconocido los derechos de Bolivia sobre Atacama y otros territorios en varios documentos oficiales en 1822, 1823 y 1833, y en el primer acuerdo bilateral de Amistad, Comercio y Navegación aprobado por el Congreso del país mapochino en 1833 y 1834.

Pese a ese reconocimiento y durante sus sucesivos Gobiernos, Chile siempre ha tratado de incursionar en el territorio boliviano, lo que finalmente se tradujo en una invasión en 1879, que estuvo alentada no solamente por una angurria territorial, sino también empresarial.

La política chilena ha sido anunciar en forma permanente negociaciones para lograr acuerdos con Bolivia mientras buscaba consolidar su posesión sobre territorios bolivianos.

El presidente del Estado, Evo Morales Ayma, decidió retomar esas negociaciones con una amplia actitud dialogal que permita a ambas naciones lograr acuerdos sobre un tema que es visto con expectativa por la comunidad internacional.

Recuérdese que la Organización de Estados Americanos (OEA) instó a Bolivia y Chile, desde su Asamblea General de 1979, celebrada en La Paz, a una solución pacífica y mediante el diálogo de la demanda marítima boliviana.

En las sucesivas asambleas de la OEA y en varios foros internacionales, el reclamo boliviano para acceder con soberanía al mar ha sido respaldado por varios países.

El Gobierno ha iniciado en 2006 una nueva fase de encuentros con Chile con el fin de avanzar en acuerdos que diriman las diferencias bilaterales, entre ellas la marítima.Fue conformada una Comisión Bilateral al más alto nivel ministerial para desarrollar negociaciones en el marco de una agenda de 13 puntos que incluye la demanda marítima, pero Chile optó por hacer mutis por el foro en forma sorpresiva al no convocar a una de las reuniones que debía realizarse en su territorio.

Desde entonces Bolivia espera que Chile se manifieste sobre la continuidad de las negociaciones en procura de acuerdos y en cumplimiento de los mandatos de organismos internacionales.

Las autoridades han manifestado que Bolivia impulsará en todos los escenarios pacíficos posibles la solución de la reivindicación marítima, lo que se constituye un acto de justicia con una nación que es perjudicada desde hace más de un siglo por la mediterraneidad. 

Uno de esos escenarios, además del diálogo, es el jurídico en tribunales internacionales. El vicepresidente Álvaro García Linera aseguró que el equipo de juristas encargado de la demanda marítima de Bolivia recoge argumentos sólidos para encaminarlos adecuadamente.

Historiadores de primer nivel realizan el acopio de la documentación pertinente que sustentará la posición boliviana a fin de desmoronar los argumentos de sectores de Chile que argumentan que Bolivia nunca tuvo mar.